Jorge Ruiz Tejedo |
Efectivamente no es la mejor ley o aquella que va a cambiar el rumbo de la universidad peruana de manera definitiva y en 24 horas, aun así, ha tenido tanta resistencia su aprobación en el Congreso y su posterior aprobación por el Ejecutivo.
Montoya
respira por otra cosa, él propone hace tiempo la creación del Ministerio de
Ciencia y Tecnología, que ni el gobierno anterior ni el actual han escuchado.
Por eso no dice cómo debe ser la Universidad Peruana.
Lo más
importante de la nueva ley universitaria es que trae abajo a mafias enquistadas
en la ANR, CONAFU y en casi toda las universidades públicas. Pone límites a las
decisiones de los empresarios privados de la educación universitaria, para que
dejen de ser tiendas comerciales de venta de títulos y grados.
Hace énfasis
en la calidad académica, vía la investigación científica, el otorgamiento del
Bachillerato Profesional con TESIS, y el trabajo de Docentes mínimo con el
grado de MAESTRÍA.
Crea la
Superintendencia de la Calidad de la Educación Superior, adscrito al MINEDU
que, si se integra con profesionales investigadores de primera categoría, que
si hay en el Perú, como Montoya por ejemplo, será una garantía para que las
universidades cumplan con los requisitos y estándares internacionales de
calidad.
Estas son
mis opiniones, aún más, no lesiona la AUTONOMÍA UNIVERSITARIA, porque ésta es
para hacer ciencia, filosofía, tecnología, tener los mejores profesores y los
mejores alumnos, para responder y proponer alternativas científicas de solución
a los grandes problemas que plantea el desarrollo sostenible del país. No para
dar origen a mafias y al reino de la mediocridad como ha sido hasta ahora,
envileciendo a docentes y a estudiantes.
Claro, todo
depende también de que, los egresados de las universidades, los gremios y
colegios de profesionales, con la sociedad civil organizada, estemos atentos,
en una vigilancia activa, participativa, para hacer que la nueva Ley Universitaria
se cumpla y aplique al margen de cualquier interés y propósito político
subalterno.
La política
debe ser la de sentar bases para hacer de la Universidad Peruana, una
alternativa científica, productora de conocimientos y tecnología, formadora de auténticos
Líderes que sirvan para el desarrollo de nuestro país.
Ver el artículo del cual se desprende este análisis. AQUÍ
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